lunes, 29 de septiembre de 2008

CARTA DE UN VIEJO CONOCIDO A LA SOCIEDAD...

Hola….

Mi nombre es… bueno, en realidad mi nombre no importa, soy uno mas, del montón, de los que pasan inadvertidos en esta sociedad que nos ha tocado vivir.
Tengo una historia que contaros, una historia que está basada en hechos y experiencias personales, en el como me siento y como veo las cosas. Todo por supuesto, desde mi punto de vista.
Pues veréis, no me considero un ser muy llamativo, estoy aquí o allí y en realidad en todas partes. Me muevo por todos sitios, pero siempre sin llamar la atención, discretamente y pasando desapercibido. Mi profesión tampoco importa demasiado, digamos que he sido puesto en esta sociedad para proteger y servir pero, con el tiempo, me he dado cuenta, que esa, no era mi misión en esta vida. Pienso que estoy hecho para otras cosas, quizás no tan importantes como las anteriores, pero las cuales considero que son relevantes para mi.
Un día cualquiera, de cualquier mes o año, estaba tan tranquilo cerca de una carretera comarcal cualquiera, próxima a una gasolinera que se encontraba detrás de una curva. Era de noche, o mejor dicho, cuando empieza a ponerse el sol y la noche llega. Aquel tio venía en mi dirección, tranquilamente, sin prisas… a menos de un metro de mi, tropezó. En aquel preciso instante cualquiera con dos dedos de frente le hubiese tendido un brazo para que encontrase un apoyo… pero no. No sé que me paso, no tuve tiempo ni de pensar. No le ayude. Es mas, de repente, sentí la curiosidad por ver como sufría… podía haberlo dejado con vida, pero no era suficiente. Aquel tio murió en una carretera olvidada por la mano de Dios, sin que nadie pudiese hacer nada por él. Sólo estaba yo, nadie mas, y de mi no salió la mas mínima ayuda.
De estos acontecimientos hasta hoy, ha pasado ya tiempo, y desde entonces, he acabado con la vida de numerosas personas, hombres, mujeres, chavales de corta edad… Ahora soy mas viejo que cuando empecé, pero sigo haciendo lo mismo. No os confundáis conmigo, no disfruto haciendo lo que hago. Simplemente lo hago, y ya está. No hay que buscar una historia llena de adversidades en mi vida, ni ninguna experiencia traumática que me haya convertido en lo que soy… simplemente, un día, descubrí que estaba hecho para otras cosas.
Pensareis que estoy loco porque no veo el mundo como lo veis vosotros, que he perdido el juicio… ¿acaso hay juicio en este mundo?, que soy un desecho de la sociedad, quizás la sociedad me ha puesto aquí por algún motivo, no sé. Seguramente no soy un individuo al cual quisierais tener cerca y lo que si está claro es que me veréis como un psicópata asesino… Tenéis razón, lo admito. Lo curioso de todo esto es que me da igual, que no me importa como queráis llamarme, tildarme o encasillarme, yo seguiré haciendo lo que hago, sin vacilar, hasta que la autoridad pertinente ponga los medios para conseguir detenerme. La cuestión es, amigos míos, que hasta que eso ocurra, yo estaré cerca de alguno de vosotros, y cuando queráis evitarlo ya será demasiado tarde.

Mi nombre es… es… bueno, como os dije al principio, no importa, pero podéis llamarme…


…GUARDARRAIL.

Esta carta está recogida del blog http://custompalencia.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario