viernes, 31 de octubre de 2008

!Mujeres! ?Quien las entiende?


Esta historia es solo una "nota de humor" en el blog.....


Nunca debi haberme echado novia. Y sobre todo, nunca debi haberla invitado a dar una vuelta en mi Harley. El primer dia que la Mari vino a darse un paseo le adverti de como debia comportarse un buen paquete. Agarrete fuerte a mi. Sigue los movimientos que yo haga o quedate como un palo, pero no hagas ningun gesto brusco cuando tumbe, ni te asustes. Lleva los pies bien fijos en los estribos y no te eches encima cuando frene. Si algo te va mal, me das un toque en la espalda y paro. Lleva la pantalla bajada y no te tragaras mosquitos.

Pero no me hizo caso. En la primera salida no se agarro a mi cintura, sino a los hierros del sujeta/alforjas. A la primera arrancada note un alivio en la suspension trasera al que no di importancia. Unos kilometros mas adelante note que la Mari no me acompanaba. Di la vuelta y me la encontre en un charco de sangre. Tardo dos semanas de hospital en recuperarse del traumatismo, pero tengo que reconocer que la tia era valiente.

A la semana de darle el alta volvimos a intentarlo. Esta vez se agarro con
fuerza a los michelines. Rodamos alegremente durante horas y cuando al
regresar vi su cara me espante. Estaba palida, con la mirada perdida en el infinito, su pelo -antes rubio- ahora era blanco como la tiza y, presa de
una extrana locura, solo era capaz de murmurar frases inconexas como "El camion, no, no.! !La curva se cierra! !Vamos a morir!", y barbaridades por el estilo. Pero, el que peor librado salio aquel dia fui yo. Me habia clavado las unas en las mollejas, traspasando la chupa con tal fuerza que me brotaba la sangre y precise asistencia medica.

Unos dias mas tarde probamos a repetir la experiencia. Ella habia tomado una caja entera de Tranquimazim y su rostro reflejaba una tranquilidad celestial. Arranque delicadamente y en veinte kilometros todo iba como la seda pero en una curva cerrada, tal vez me confie excesivamente. Tuve que clavar frenos para evitar el accidente. Solo entonces la vi. La vi pasar por encima mio, describiendo una trayectoria parabolica perfecta hasta incrustarse con un poderoso estruendo en el guardarrail. !Que fabulosamente bien hacen los cascos hoy en dia! Perforo el metal como un misil. !Y que tios abnegados los bomberos! !Como forcejearon para sacarla de alli! Los tres meses en el hospital pasaron volando.

Yo creo que cuando le propuse el siguiente paseo, ella ya no las tenia todas consigo, pero asi y todo, acepto. Cuando se subio a la Harley me parecio sentir que estaba temblando y como que murmuraba una oracion. !Que teatreras son las mujeres! En las rectas de la general todo fue bien, pero al subir el primer puerto y llegar a la chicane junto al precipicio se asusto. La muy boba, dio una especie de brinco que me desestabilizo y a duras penas consegui no caer. Ella no se mantuvo tan bien y salio despedida por el lateral. Nunca he visto a nadie dar tantas volteretas. Rodo haciendo la croqueta por la escarpada pendiente hasta que se escucho un CROCK y se detuvo en la sima. La verdad es que los del helicoptero de rescate fueron unos enrrollados sacandola de alli abajo. Aguante un año con ella en el hospital, sin ponerle los cuernos ni nada y todavia cuando salio, la muy asquerosa me decia que no le apetecia mucho lo de la moto.

Logre convencerla para una excursion por la costa. El viaje fue perfecto
hasta que comence a notar un olorcillo como a quemado. Me detuve en la cuneta para revisar la moto pensando que seria un fallo del sistema electrico o que habiamos recalentado el freno, pero nada. Revise la moto concienzudamente, pero alli no se veia ninguna averia. Entonces mire a la Pili y me di cuenta del problema. !Si seria estupida la tia que, de puro miedo, en vez de poner los pies en los estribos, se habia enganchado una pierna en el escape! La piel quemada se habia quedado pegada al tubo y ella, del panico, ni advertia el dolor. !Lo que me costo desincrustar toda aquella carne churruscada! Es increible las maravillas que hacen hoy en dia con la ortopedia. Cuando le miraba las piernas a mi chica, no sabria decir cual me gustaba mas, si la de plastico o la otra.

Sin apenas resistencia por su parte,Mari accedio a una nueva salida en moto.
Solo habiamos hecho unos kilometros y cuatro curvas, cuando sin ningun
motivo aparente, va y me vomita. Mi cazadora perdida y la moto hecha un asco. Ya no pude aguantarlo mas, se lo dije a la cara: - !Mira guapa! Ya te vale. Si no te sabes comportar en moto, te buscas otro idiota que te aguante, que a mi ya me has hartado.

La muy cursi se echo a llorar. !Mujeres! ?Quien las entiende?

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