jueves, 23 de julio de 2009

Harley Davidson, un lujo que pierde gas

Harley Davidson sabe bien lo que son los baches. En sus 106 años de historia, la compañía, que fue el mayor fabricante de motocicletas del mundo en la década de 1920 y que, después, sobrevivió con dificultades a la Gran Depresión, ha alternado escaladas hasta la cima y descensos pronunciados tanto en ventas, como en beneficios. Sin embargo, la empresa, que este año ha anunciado el despido de 1.100 trabajadores (el 10% de la plantilla), está sufriendo las peores condiciones de mercado de toda su historia debido a la recesión económica internacional.

La semana pasada visité el mayor centro de producción de la empresa en EEUU, situado en York (Pennsylvania). Desde las entrañas de esta fábrica, que me pareció anticuada y muy sucia (cuesta creer que esas piezas de diseño salgan de esas naves), escuché en primera persona los problemas de la mítica marca. En esta foto que hice aparecen varios moteros en las inmediaciones de la factoría.

La compañía, que durante muchos años no pudo producir todas las motos que la demanda pedía, ha sufrido en sus carnes la crisis del crédito, que ha afectado a la sociedad financiera que utilizaba para dar créditos a los clientes que compraban sus productos. Además, Harley, que ha reducido su dividendo, está sufriendo por las dificultades económicas que atraviesan sus principales clientes, los miembros de la generación del baby-boom, que cada vez se lo piensan más antes de comprar una Harley. Así, la empresa cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 117,3 millones de dólares, un 34,5% menos que en el mismo período de 2008. La facturación de la firma con sede en Milwaukee (Wisconsin) cayó un 1,5%, hasta 1.290 millones de dólares. Este año Harley prevé comercializar entre 264.000 y 273.000 unidades, importe que supondrá un descenso de entre el 10% y el 13% respecto a 2008.

Ahora, la empresa, bajo la batuta del nuevo consejero delegado, Keith Wandell, intenta acercarse a un público más joven, al mismo tiempo que busca fortalecerse en el segmento del lujo más exclusivo. Dentro de esta estrategia, la empresa ha lanzado al mercado sus cuatro modelos más caros, auténticos trabajos manuales, como la Ultra Classic Electra Glide, que cuesta más de 20.000 dólares.

¿Conseguirá sobrevivir a la crisis? Los amantes del motor esperamos que así sea.
Via:http://blogs.expansion.com

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