miércoles, 19 de agosto de 2009
La esquina del viento(El futuro ya está aquí)
El futuro ya está aquí
Europa, primer tercio de la nueva era, año 2000. Mis dos "replicantes" de servicio doméstico me han preparado el desayuno y la ducha, mientras en la lanzadera espera mi "cibervehículo": una motocicleta propulsada con pastillas de plutonio concentrado que me llevará al trabajo a la velocidad del sonido y por supuesto sin tocar el suelo... o al menos esto es lo que durante años nos hicieron creer las películas futuristas.
Durante décadas nos hemos tragado cientos de historias que comenzaban con una voz en off que anunciaba "New York, año 2000" al tiempo que nos mostraban un desolado paisaje de cristales rotos, edificios derruidos y vehículos increíbles, donde algunas subespecies malvivían en un extraño mundo lleno de extraños aparatos y gente aún más extraña.
Ya estamos en el puto año 2000 ¿y qué? ¿acaso ha cambiado algo? El jodido "efecto" no ha tenido ningún efecto, sigo debiendo en el banco las mismas letras de la moto y por supuesto la jodida hipoteca entera. Mi tostadora no dejó de funcionar, básicamente por que ella ignora si estamos en un año nuevo, exactamente igual que no deja de funcionar los domingos por que sea festivo. Los coches no vuelan, las máquinas no nos han sustituido y los trabajos más duros los seguimos haciendo los más gilipollas. Las carreteras no han pasado a ser pistas aéreas donde unos vehículos ultramodernos viajan a distintos niveles entre los rascacielos. Las cosas no se teletransportan, salvo que consideremos, "teletransporte de una pizza" a que te la traiga a casa un quinceañero en un Vespino. El "Enterprise" no está aparcado a las afueras de tu puto pueblo, no tenemos ninguna jodida colonia en Saturno y las "Fuerzas Imperiales" no amenazan la paz del universo… paz, que por otra parte, nunca ha existido. Los guardarrailes siguen amputando miembros a cada motorista que se topa con ellos, las pinturas antideslizantes de la carretera siguen mandando a tomar por el culo a cada vehículo de dos ruedas que se digna pasar por encima, la Guardia Civil del futuro sigue multando con la misma mala hostia que lo hacía la del pasado y en el puto futuro seguimos pagando por el seguro de la moto lo mismo que un coche de lujo, exactamente igual que en el milenio anterior.
Pues sí joven, el futuro ha llegado y aquí nada ha cambiado, algunos infelices vivíamos con la ilusión de que todo aquello que habíamos visto en todas aquellas películas de ciencia ficción y que hablaban de un prodigioso año 2000, se convirtiese en realidad, pero como puedes ver, por aquí no sucede casi nada nuevo. Los políticos siguen sangrando a los mas débiles, los motoristas seguimos siendo la escoria del mundo, las feas siguen siendo las únicas que se dejan meter mano y los gobiernos poderosos continúan arrasando los países más pobres cuando les sale de los cojones. Los únicos visitantes extraños que recibimos son unos tipos rubios, enormes, de piel roja, que beben mucha cerveza y llevan las sandalias con calcetines, pero estos ya se paseaban por nuestras playas el milenio pasado y siguen sin aportar ningún detalle futurista.
"Blade Runner", "Mad Max" y la "Guerra de las Galaxias", sencillamente eran mentira, el carahuevo de "Nostradamus" un mamarracho y todos aquellos visionarios que anunciaron un año 2000 lleno de naves espaciales y humanoides cibernéticos, unos fantasmas. Esto es lo que había y esto es lo que hay, y me temo mucho que esto es lo que va a seguir habiendo durante bastante tiempo. De todas formas, si lo piensas bien tampoco está tan mal, si las cosas siguen como están uno sabe por lo menos por dónde se anda y con quién se la juega. Al menos puedes estar seguro de que en el caso de que te ligues una chati, no te vas a encontrar con que tiene el culo de hojalata y las tetas de poliespán.
MATEO
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