jueves, 20 de agosto de 2009

La esquina del viento(Manual de conducción en situaciones extremas. Parte II)



Manual de conducción en situaciones extremas. Parte II
AQUELLOS DE VOSOTROS QUE SIGAIS HABITUALMENTE ESTA ESQUINA, QUIZÁS RECORDEIS AQUELLA PRIMERA ENTREGA DEL MANUAL DE AVERÍAS EN CARRETERA. BIEN, ESTE MES PRETENDEMOS COMPLETARLO OFRECIENDOOS ALGUNAS SUGERENCIAS PARA AQUELLOS CASOS EN QUE LA CONDUCCIÓN DE VUESTRA MOTOCICLETA PASE A SER MÁS DIFÍCIL QUE SACAR UNAS OPOSICIONES DE NOTARIO SIN ESTUDIOS PRIMARIOS.

Debido a lo extenso del tema trataremos de tocar sólo alguno de los casos más frecuentes y de exponer con claridad algunas de las soluciones prácticas obtenidas con la experiencia y que han ofrecido mejores resultados.

Caso 1: SUEÑO. ¿Te has visto alguna vez conduciendo tu motocicleta con más sueño que un camión de muñecos? ¿Se te cierran los ojos?, ¿comienzas a ver en la carretera cosas que no existen? (la vaca de Milka adelantándote, un camarero que, a 120 km/h y servilleta en brazo te pregunta, ¿qué deseas tomar?). No cabe duda: te estás durmiendo. Soluciones: Visera abierta, mordiscos en la lengua, bofetadas esporádicas, cantar a grito pelado alguna vieja canción de Leño. ¿No funciona?, parada de emergencia para tomar cuantos cafés seas capaz de ingerir sin cagarte. ¿Tampoco hace efecto? Acudiremos al remedio absoluto. Para en una gasolinera separado de los surtidores, saca las herramientas de la moto, elige una al azar, ponla en tu mano y túmbate junto a la moto como si buscases una avería A continuación, duerme hasta que se pase el sueño.

Caso 2: NO SE VE UN PIJO. La niebla, la nieve, el agua, la noche o la visera empañada no te dejan ver nada en absoluto. ¿No tienes ni idea de si vas o no por tu carril?, ¿dudas si acabas de pasar por las afueras de Barcelona o simplemente junto a una gasolinera? No cabe duda, no ves. Existen varios sistemas de navegación de efectividad suficientemente probada tales como un GPS, un astrolabio o la simple contemplación de la Osa Mayor, pero debido a su complejidad los vamos a sustituir por uno mucho más casero y efectivo. En primer lugar no te agobies. Para en el arcén, espera hasta que pase un vehículo con unas buenas luces traseras y que no circule demasiado deprisa, lánzate tras él, y sobre todo y lo más importante, reza. No olvides solicitar en tus plegarias que el conductor del vehículo que sigues esté en mejores condiciones que tú y que se dirija al mismo destino. Si se dirige a otro sitio no te preocupes, España entera es bonita.

Caso 3: BORRACHO. ¿Estás comenzando a notar la curvatura de la tierra? ¿Al subir a la moto te has caído por el otro lado? ¿Por más que introduces las llaves de casa en la salida del escape tu moto no arranca? No cabe duda: estás borracho. En primer lugar no te preocupes, eso no es malo hoy (probablemente lo sea mañana, pero eso ya lo resolverás mañana). Toma cinco cafés solos dobles seguidos, mete la cabeza bajo el agua y después en el congelador. ¿No resulta? Busca algún amigo que esté peor que tú y diles a todos que te vas en taxi para no dejarlo solo. ¿Tus amigos están bien? Busca una gorda amable y convéncela para pasar la noche en su coche/casa. ¿No hay gordas? Acércate a tu moto sin que te vean, quita alguna pieza tipo fusibles, bujías o mejor las dos cosas. Inmediatamente empieza a maldecir al "hijodeputa" que te ha tocado la moto mientras llamas a la grúa o a un taxi. Si de todas formas has decido coger la moto recuerda que siempre es mejor vomitar por el lado izquierdo y levantando el brazo (el olor a vomitona no se va del cuero).

En próximas entregas tocaremos temas tan interesantes como la conducción con frío extremo, almorranas peleonas, etc. No obstante confiamos en que os sirvan de ayuda para futuras ocasiones en que os veáis con problemillas. Y recordad estos dos principios básicos: cuando ni tu mismo te creas que puedes conducir, es que no puedes, y si puedes échale la culpa a alguien, no es culpa tuya.

Por Mateo

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