miércoles, 5 de agosto de 2009

La esquina del viento(Una de Rayas)



Una de Rayas
Una mujer bonita no es sino el resultado de un montón de curvas enlazadas con buen gusto.
Una moto se limita a ser una cantidad importante de curvas y rayas perfectamente ensambladas. El "talego" sólo es una enorme cantidad de rayas que te impiden el paso. Y si siguiésemos con esta visión simplista de la vida, veríamos que todo se resume a puntos y rayas, eso sí, de mayor o menor tamaño. Pues bien hoy sólo voy a hablar de rayas.

Rayas de tipo A: Están formadas por la ausencia de pelo. Se encuentran sobre la cabeza de un curioso tipo de personajes. Abundan en los bancos y sitios parecidos. Las hay derechas, dobladas y algunas casi perfectas, trazadas con la ayuda de un ungüento llamado gomina. Indican la dirección que deben seguir los pelos del sujeto que la porta. Por un extraño efecto, aquellos que la llevan suelen tratar con desprecio a todos aquellos que no la tenemos y, en el caso concreto de los banqueros, cabe indicar que sólo se conceden los préstamos entre los portadores de las mismas. Concluiré diciendo sencillamente que no me gustan.

Rayas de tipo B: Se encuentran sobre el asfalto. Blancas o amarillas. Las hay contínuas, discontínuas, dobles, transversales, más finas y más gordas. Dicen hacia dónde puedes, o no puedes ir, cuándo te tienes que parar, qué tipo de "animales" tienen preferencia. Indican si puedes adelantar al camión cargado de piedras que llevas delante, o si tienes que joderte tragando tierra. Están hechas con una pintura que, a algún cachondo, le dio por llamar antideslizante. Se supone, que están ahí para tu seguridad, pero cada vez que pisas una, tu moto se desplaza lateralmente medio metro. Si te las encuentras en una curva un día lluvioso, aprietas el culo y rezas para poder sortearla conservando toda tu dentadura. En resumen, son unas mandonas y además me dan mucho miedo. No me gustan.

Rayas de tipo C: Curiosamente, éstas también se encuentran sobre el asfalto, suelen tener el mismo color que las anteriores y creo que están hechas del mismo material. Están acompañadas de otra raya más gorda de hierro, que se suele situar a la altura del pecho. En algunos casos las vigila un amable señor con una gorra y una metralleta. Indican que estás pasando a un sitio donde suelen hablar otro idioma, tienes que pagar con otra moneda y los policías van vestidos de otro color. Por algunas de ellas no te dejan pasar. La gente se mata para ver si la ponen tres kilómetros más arriba o más abajo, o incluso para ver si les dejan pintar una que antes no había. Hasta el día de hoy no he tenido demasiados problemas con ellas (sé decir "una cerveza" en quince idiomas y treinta dialectos distintos). Conclusión éstas también son unas mandonas. No se para que sirven y tampoco me gustan.

Rayas del tipo D: Están formadas por una infinidad de granitos de color blanco. Se compran y se venden. Suelen viajar en un papelito doblado de forma muy curiosa. Las puedes encontrar sobre la barra de algún bar con poca luz, en casi cualquier mesa o sobre un espejito. Se soplan hacia adentro y consiguen que el sujeto soplador se sienta mejor, al menos durante un tiempo. Si la "poli" te las ve, las soplan ellos y te mandan de vacaciones un tiempo. No son baratas y están muy de moda. Quizás sean las más curiosas de todas, ya que cuanto más soplas, más ganas tienes de soplar. Consiguen que discutan los colegas, que algunos ya no puedan salir con su moto porque no les quedan pelas para gasolina, que te cambie el carácter y que después de cierto tiempo no seas capaz de divertirte sin soplar. Son capaces de conseguir que un tipo como un carro se comporte como un papanatas y que tu mejor amigo te trate como un usurero. Para resumir, son las más mandonas de todas me dan más miedo que respeto y han conseguido que algún colega deje de serlo. Estas sí que no me gustan.

Con esta visión quizás demasiado simplista de la vida me despido este mes. Otro día trataremos el tema de los puntos.
MATEO

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