miércoles, 19 de agosto de 2009
Los motores de las Harley Davidson y las Vespas rugen en Xàtiva
Las calles de Xàtiva se han llenado durante dos días consecutivos de ambiente motero, el domingo con la presencia de numerosas Harley Davidson y el lunes con la llegada de cerca de 200 vehículos de la emblemática marca Vespa. 48 horas donde los motores han hecho rugir la ciudad.
Las Vespas hicieron las delicias de los espectadores que se acercaron hasta el Reial de la Fira, donde quedaron expuestos todos los vehículos y tuvieron lugar las varias pruebas que se realizaron. Una de ellas era la de empomar huevos. Los conductores debían tratar de coger el mayor número de huevos que le fueran lanzando.
Esta prueba causó más de una carcajada cuando los huevos terminaban cayendo al suelo o incluso muy cerca del propio piloto.
Tampoco faltó la prueba de lentos donde los conductores demostraron su pericia cuando, a través de la realización de varias eses, consiguieron completar un pequeño recorrido en el mayor tiempo posible. El vencedor fue el que más tiempo empleó.
Pero si las vespas sorprendieron fue por su peculiar prueba de horchata y fartons. Sobre los vehículos iban dos personas, de forma que quien estaba situado en la parte trasera iba dando de comer horchata y fartons al conductor, mientras éste se las veía y deseaba para llevar la moto por el lugar adecuado. Las risas no faltaron a lo largo de esta singular competición.
Tras las habituales pruebas con obstáculos y conos para las que hay que realizar el conocido zig-zag, llegó el turno de dar una pequeña vuelta con las Vespas por Xàtiva y las poblaciones colindantes. Y el trazado no fue pequeños.
El presidente del Vespa Club Xàtiva, Javier Mollá, explicó que, partiendo desde la Alameda de Xàtiva y tras una vuelta por el centro de la capital de la Costera circularon «por Canals, Novetlé, l'Alcúdia de Crespins, Llanera de Ranes y Rotglà-Corberà». Un itinerario que, añadió, realizaron sin ningún tipo de incidencia.
Entre las cerca de 200 Vespas que se acercaron hasta Xàtiva había varias bastante antiguas, pero la más vieja era «una con sidecar cuyo propietario vino de la Granja de la Costera», señaló Mollá. El vehículo tenía casi 60 años de vida ya que era de 1951.
Al final todos estaban muy contentos. «Hemos repartido premios como cascos, vales de almuerzos y comidas, bolsas con la marca Vespa e incluso un móvil. Ha sido una jornada muy divertida», concluyó el propio Mollá.
Pero no solamente de Vespas ah vivido Xàtiva. Las Harley Davidson hicieron lo propio el día antes, el domingo. Cerca de 300 de esta motocicletas llegaron a la ciudad dispuestas a marcar época.
Las carreras de lentos, la gymkana con numerosos premios, las tradicionales vestimentas con vaqueros, cuero, chalecos y, sobre todo, gente de todas las edades que demostraron su pasión por este tipo de vehículos.
La música country sonó a lo largo de toda la mañana en el Reial de la Fira, que desde primera hora registró una importante afluencia de público. Ambas concentraciones unidas al trofeo de velocidad de la Fira d'Agost demuestran la importancia de las dos ruedas en la edición de este año de las celebraciones setabenses.
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