La Consejería de Obras Públicas no ha instalado en las carreteras de la red regional ninguno de los guardarraíles denunciados por los motoristas por inseguros, según confirmó en declaraciones a Europa Press el director general de Carreteras, José Guijarro, quien subrayó que "los que estamos colocando nosotros no tienen ese problema".
EUROPA PRESS En este sentido, explicó que "se trata de unas barreras cuyos postes de sustentación se pusieron a dos metros, lo que hace que el panel metálico que evita el deslizamiento del motorista por debajo del quitamiedos tenga mayor rigidez, pudiendo provocar daños".
Sin embargo, Guijarro aseguró que "todas las que nosotros tenemos instaladas tienen los postes de sustentación a cuatro metros de distancia, lo que hace que la barrera metálica, al estar más separados los postes, tenga mayor flexibilidad y que el impacto sea menos rígido".
Guijarro recordó que la Dirección General de Carreteras invirtió el pasado año 600.000 euros en colocar barreras de protección para motoristas en más de 100 puntos de la red regional. Para 2009, avanzó que "llegaremos posiblemente al millón de euros de inversión, con tres proyectos", y concretó que "damos prioridad a las carreteras con mayor tráfico con curvas de menor radio, que es donde hay mayor posibilidad de salirse de la vía".
La Asociación Mutua Motera (AMM) denunció a primeros de abril, ante los juzgados de plaza Castilla en Madrid, al director técnico de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, José Luis Elvira, por "falsedad" y "prevaricación" al haber "engañado" sobre la seguridad de los guardarraíles adaptados para motoristas que se están instalando en algunas carreteras.
Según explicó a la salida de los juzgados el presidente de la AMM, Juan Manuel Reyes, este alto cargo les aseguró que uno de los sistemas de protección para motoristas que está instalando Fomento en los márgenes de las carreteras cumplía al máximo nivel con los estándares de seguridad exigidos, aunque se negó a proporcionarles la documentación que lo probaba cuando los moteros le comunicaron que habían detectado "ciertas irregularidades".
Un estudio posterior, realizado por el laboratorio acreditado por el Ministerio de Fomento para estas labores, el CIDAUT, ha demostrado que "el sistema no sólo no cumple al máximo nivel con las garantías de seguridad necesarias sino que no protege en absoluto y no podría estar aprobado con la norma vigente", afirmó Reyes.
De hecho, en su análisis, el laboratorio determinó que, aunque el sistema evita que el motorista se deslice por debajo e impacte contra los postes del guardarraíl, tiene un nivel de rigidez que impide la absorción adecuada de la energía del impacto, con lo que si un motero tiene un accidente y se estrella contra él, la lesión que se puede producir es "como mínimo" la rotura de cuello por aplastamiento.
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