jueves, 2 de abril de 2009

Diagnóstico del motor según las bujías

La bujía constituye el eslabón final en la cadena de encendido de un
vehículo con motor de ciclo Otto. Cuando la chispa salta entre el
electrodo central y el de masa, el aire que hay en el espacio entre
estos dos elementos se ioniza y se produce una descarga eléctrica
que se utiliza para inflamar la mezcla de aire y combustible que
ingresa a la cámara de combustión. Como se ve, el rol de las bujías
dentro del funcionamiento del motor no es menor; incluso se han
llevado a cabo numerosos desarrollos para mejorar el rendimiento de
combustible de los motores a partir de la incorporación de dos bujías
por cilindro. Pero a los fines prácticos, es más importante saber que
la parte inferior de las bujías guardan una gran cantidad de
información y datos acerca del funcionamiento de la planta motriz.

Estado normal de la bujía

Antes de intentar dilucidar un problema a raíz del estado físico de la
bujía, es prioritario conocer su estado normal. Cuando el pie del
aislador es de color blanco grisáceo o gris amarillento, significa que el
motor está a punto y fue elegido correctamente el grado térmico. El
ajuste de la mezcla y del encendido son perfectos, no hay fallas de
encendido y el sistema de arranque en frío funciona bien. No hay
residuos de aditivos de plomo del combustible, ni de componentes de
aleación del aceite de motor. No existe sobrecarga térmica.

Desgaste

El desgaste o deterioro del electrodo interior y/o electrodo exterior
indica un excesivo desgaste que puede provocar problemas de
arranque, empeorar la economía de consumo y provocar
combustiones falsas durante la aceleración. También puede causar
daños en otros componentes secundarios del sistema de ignición,
cables eléctricos, las bobinas o el distribuidor. Recomendación:
cambiar las bujías afectadas por nuevas del rango térmico apropiado.

Depósitos de cenizas

Si se comprueba la presencia de depósitos de color café oscuro
incrustados en los electrodos, ésta puede estar causada por los
aditivos del aceite o del combustible. Recomendación: en estos casos,
la bujía no es el problema sino la víctima del estado del motor. Si los
depósitos se encuentran sólo en un lado de la zona de combustión de
la bujía, hay que inspeccionar la cabeza del cilindro; pero si se
encuentran depósitos en ambos lados, también hay que chequear el
estado de los aros.

Recalentamiento

Ante este problema, el aislante de la bujía se presenta casi
descolorido, y los electrodos están excesivamente desgastados y
posiblemente veteados o abollados. La cobertura también puede
estar descolorida, con tonos que pueden ir desde el gris claro al azul
oscuro e incluso al negro. Recomendación: hay que comprobar que la
sincronización del sistema de ignición y de combustión sigan las
especificaciones correctas, y que los sistemas de refrigeración y
escape funcionen correctamente. Asegúrese de que la especificación
de calor de las bujías sea la apropiada.

Preignición

La bujía muestra señales de recalentamiento, y los electrodos interior
y exterior están derretidos. Recomendación: chequear que la
especificación de calor de las bujías sea la apropiada, según el
catálogo del fabricante de la bujía. Asegúrese de que el sistema de
refrigeración, el avance de la bujía y la mezcla del combustible se
adecuen a las especificaciones. Antes de reemplazar las bujías, hay
que identificar la causa de la preignición y las condiciones mecánicas
del motor.

Aceite

El pie del aislador, el electrodo y el cuerpo de bujía quedan cubiertos
de un hollín aceitoso brillante o de carbonilla de aceite debido a que
hay demasiado aceite en la cámara de combustión, excesivo nivel de
aceite o pistón, cilindros y guías de válvula muy desgastados.
Recomendación: este problema indica un avanzado estado de
desgaste del motor. Inspeccionar el vehículo en busca de síntomas de
desgaste en las guías de las válvulas y en los sellos de los vástagos,
así como en los anillos de los pistones. Colocar bujías nuevas.

Abrillantamiento del aislante

El exceso de temperatura puede causar el abrillantamiento del
aislante de la bujía, ya que el combustible y los depósitos de la
cámara de combustión se derriten a causa de la temperatura
excesiva, en lugar de quemarse normalmente. Recomendación:
reemplazar las bujías afectadas por nuevas del rango térmico
adecuado.

Carbonización

La presencia de depósitos blandos, secos y de color negro, indica el
uso de una mezcla de combustible con demasiado aire, ignición débil
y bujías de incorrecta especificación de calor (demasiado frías). Estos
problemas dan como resultado falsas explosiones del motor.
Recomendación: compruebe que la especificación de calor de las
bujías sea la apropiada. En los motores de inyección, el problema
puede estar dado por inyectores pegajosos o válvulas y circuitos de
arranque en frío averiados, o puede derivar del mal funcionamiento
de la computadora del vehículo. En los vehículos carburados,
compruebe el estado del estrangulador y del resorte de la mariposa,
del flotador indicador de nivel alto y de la aguja de la válvula de paso.

Bujía cubierta de hollín

Se percibe el pie del aislador, los electrodos y el cuerpo cubiertos de
hollín. Esto denota un ajuste incorrecto de la mezcla (carburador,
inyección) que puede estar dado por una mezcla demasiado rica,
filtro de aire muy sucio o por un valor característico de grado térmico
demasiado bajo de la bujía. Recomendación: revisar el filtro de aire,
grado térmico de la bujía y, posteriormente, ajustar la mezcla.

Detonación

Los problemas de detonación saltan a la vista porque en la zona de
combustión de la bujía aparecen manchas grises o negras. En los
casos más graves, también se observarán grietas o mellas en los
aislantes. Recomendación: asegúrese de utilizar combustible de
octanaje apropiado y compruebe que los funcionamientos de los
sistemas de refrigeración y de escape del vehículo sean los correctos.

Daños mecánicos

La rotura o deformación de la zona de combustión de la bujía o los
electrodos son provocados por la presencia de material exterior en la
cámara de combustión, o por la instalación incorrecta de la bujía.
Recomendación: sacar cualquier objeto contaminante que pueda
haber en el motor y consultar el catálogo del fabricante de la bujía
para ver el método apropiado de instalación.

Aditivos de los combustibles

Aparecen depósitos de color rojizo en la zona de combustión de la
bujía cuando se utilizan aditivos en el combustible. La mayor parte de
estos depósitos no afecta al buen funcionamiento de la bujía, pero
algunos aditivos contienen potenciadores de octanaje que dejan
depósitos conductores en la zona de combustión.
Recomendación:
Asegurarse que los aditivos en el combustible se ajusten a las
recomendaciones del fabricante del motor.

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